top of page

Soluciones que marcan la diferencia:

donaciones de alimentos

DONÁ: NO TODO ES BASURA

Alguna vez te preguntaste qué pasa con esas manzanas en la verdulería a la vuelta de tu casa cuando se ponen un poquito feas y no se venden.

Y la cantidad de alimentos producidos en masa cuando no se distribuyen, ¿se tiran y fin de la historia?

En esta nota te vamos a contar cómo tanto pequeños comercios como grandes empresas alimenticias eligen la donación de alimentos antes que la total pérdida de ellos, aun cuando podrían consumirse. 

 

Ahora bien, ¿todos los comercios y empresas consideran la donación como la mejor opción para ellos?, ¿son muchos los que donan?, ¿cómo lo hacen? Al surgirnos todas estas interrogantes, desde #ProyectoMango decidimos salir a la calle y preguntar quién dona, por qué y cómo lo hacen. 

WhatsApp Image 2019-12-13 at 11.39.30.jp

DONACIONES A PEQUEÑA ESCALA

Cuando hablamos del derroche de alimento en la etapa de consumo y distribución (verdulerías, restaurantes, supermercados) utilizamos la palabra desperdicio. Basta con observar un par de horas a estos lugares para darse cuenta de la cantidad de comida que se desperdicia y se tira a la basura. Un criollito en la merienda que se sirvió para un comensal y como estaba muy lleno ni lo tocó, verduras y frutas que pierden un poco su brillo o dureza y no son elegidas por los compradores, o las tiras de pan que están en exhibición y nadie las compra. 

 

Es por esto que algunas verdulerías y bares decidieron decir basta a tanto derroche y empezaron a donar. Como es el caso de una verdulería ubicada en Rondeau e Independencia, donde hablamos con Estefania  y Cecilia. En la entrevista nos contaron que hace 4 años donan aquello que no se vende, en este caso no para ser consumido, sino más bien para que la gente pueda crear composteras (en esta nota te contamos qué son y para qué funcionan) o para alimentar a sus mascotas (cobayos, ratones, conejos, y toda una extensa variedad de 

roedores). Desde la verdulería nos comentaban que separan aproximadamente tres cajones de bananas para un aproximado de 10/15 personas por mes. El inicio de estas donaciones se dió con la charla mundana de todos los días entre verdulerx y cliente, lo que llevó a un mensaje viajero de boca en boca para que más personas se enteraran y se sumaran a la iniciativa. 

 

Por otro lado tenemos el caso de la Vereda de Achával, cafetería ubicada en la calle Achaval Rodriguez. Allí hablamos con Luciana quien nos comentaba que si bien no donan específicamente a una organización, suelen dar el resto de pan, criollitos o cualquier otro panificado que sobre a gente que les pida o a naranjitas que suelen estar por esa zona. Al preguntarle si considerarían donar a organizaciones o al Banco de Alimentos la respuesta fue que les pareceria una gran idea, pero que el transporte de los mismos sería un gran problema ya que no tienen cómo movilizar la mercadería que sobre hasta allá. El conflicto que supone la logística del transporte para donar los alimentos es una traba que determina la decisión de algunos empresarios o pequeños comerciantes de no donar, ya que al ser un costo que ellos mismos deben afrontar, a la larga, no les conviene. 

imagen02.jpg
imagen02.jpg

DONACIONES A GRANDES ESCALAS

Arcor es un gran ejemplo de donaciones por parte de grandes empresas. El grupo multinacional argentino empieza a donar mucho antes de la sanción de la Ley Donal. Desde el 2001, cuando se establecieron los primeros bancos de alimentos en Argentina, Arcor fue el primer donante y sigue siendo hoy el principal en cuanto cantidad de kilogramos, habiendo donado un aproximado de 2700 toneladas de alimentos en el año 2018. La actividad de donar le permite a Arcor realizar un gran aporte en cuanto a la reducción de sus residuos, ya que todo lo que no se donaría estaría yendo a un decomiso y por ende, a disposición final (es decir, a la confinación permanente de residuos en sitios cuyas características permitan prevenir su liberación al ambiente)

 

#PoyectoMango entrevistó a Mónica Camisasso, Gerente de Relaciones con la Comunidad en Arcor, y nos comentaba que el 70% de las donaciones de la empresa van a los bancos de alimentos a nivel país, el 20% va a las cáritas y el 10% restante van a organizaciones pequeñas de las comunidades/localidades en donde Arcor tiene una planta industrial. 

 

En cuanto la selección de productos para donar, Mónica nos comentaba que se donan aquellos que ya salieron a comercialización, por algún motivo no se vendieron y vuelven a Arcor. Son productos que se encuentran cerca de su fecha de vencimiento y fuera del circuito comercial. Es importante remarcar, según nos comentaba la entrevistada, que los grandes clientes como supermercados no tienen la obligación de devolver estos productos en el caso de no ser vendidos, excepto en Pascuas y Navidad donde existe un convenio con dichos clientes, que establece que los sobrantes directamente se redirigen a los bancos de alimentos en nombre de Arcor y el supermercado. En el resto de las ocasiones, no existe al día de hoy un contrato comercial que obligue al supermercado a donar los productos sobrantes; por lo tanto este tiene la libertad de donarlo así como también de decomisarlo. No obstante, los grandes clientes de Arcor son a su vez donantes del Banco de Alimentos. Tanto Walmart, como Carrefour, Cencosud y Libertad, en términos de supermercados, son los principales donantes de bancos de alimentos.

Como mencionamos anteriormente, la logística en cuanto el transporte de los alimentos suele ser una traba y una razón por las cuales empresas deciden no donar. Para Arcor transportar los alimentos les supone un costo y para nada menor, ya que ellos tercerizan este servicio y por lo tanto, lo solventan. Monica mencionó reiteradas veces en la entrevista que en realidad a Arcor no le conviene donar, y si bien nunca especificó el por qué, suponemos que tiene que ver con este tipo de costos, además de que no son realmente motivados ni premiados por el Estado de ninguna manera, para que de esta forma donar les sea también conveniente.

 

Finalmente le preguntamos a nuestra entrevistada si cambiaría algo en el código alimentario de nuestro país, ya que afirmó que este era muy restrictivo. Esto fue lo que nos respondió “Lo que no se pudo lograr con la ley, que actualmente se intenta trabajar, es que hayan algunos puntos del código alimentario que permitan donar algunos productos que hoy en dia no se permiten. La fecha de vencimiento de los productos no es una fecha real, la mayoría de los productos pueden consumirse hasta 6 meses posteriores a su elaboración. Si el código alimentario autorizara que estos productos se puedan seguir consumiendo, se podría donar mucho más mientras que se reducirían a gran escala los desperdicios. La legislación es tan estricta que si se elaborara un producto cuyo destino sea al exterior del país, y por lo tanto contara con un etiquetado en otro idioma, y si por algún motivo este no llegara a destino, el código alimentario no permite que esos sobrantes se vuelvan a distribuir. En algunas ocasiones, Arcor presentando la documentación necesaria pudo hacer la donación de este tipo de sobrantes, pero no es lo común”

 

Si bien entendemos que existe una responsabilidad social por parte de las empresas y pequeños comercios para erradicar el gran problema de nuestro país en cuanto a pérdidas y desperdicio de alimentos, muchos de ellos no lo asumen. Creemos que una de las razones es que el Estado, quien debería ser el principal responsable, no toma necesarias cartas en el asunto para impulsar a la donación y que dicha acción sea algo conveniente y no suponga una pérdida, tanto para las grandes empresas como para las pequeñas verdulerías de nuestros barrios. Como todo cambio social, este tiene que ser en conjunto, o de otra manera, no será.

 

bottom of page