
¿Cómo comen nuestros niños?
En Argentina una de las tantas problemáticas es la Obesidad Infantil. Pero una de las causas no son los alimentos ingeridos, sino la forma de consumo. A este tipo de clasificación se lo denomina Comensalidad. ¿Qué es y por qué es tan importante en los niños?
La comensalidad suele definirse como la práctica de compartir comida y comer juntos en grupos sociales, como la familia. Allí se establecen, refuerzan y reeditan en cada comida las relaciones que sostienen a la familia y a la sociedad
Los hábitos adquiridos no sólo están ligados al hogar de cada niño, sino también a la escuela como pieza fundamental en su desarrollo. Por el solo hecho de socializar, adquiere hábitos no enseñados en la casa.
Los hábitos en números
>El 76% de los chicos entre 2 y 17 años picotea, es decir come entre horas sin una planificación
>El alimento más elegido para consumir en la escuela son las galletitas dulces y barras de cereal, tanto en el estrato medio-alto y como en el muy bajo (52,5% y 39,5%; respectivamente).
>En nuestro país es la cena el momento en el cual la gran mayoría de los niños y niñas entre los 2 y los 17 años conversan con sus familiares y pares, y miran televisión (93% y 81%, respectivamente).
¿Quiénes hicimos esta nota?:
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Camila Insua - investigación, recolección de datos y redacción.
¿Sabías que?…
Estos son algunos de los beneficios de la Comensalidad:
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Sobre la manera en la que se come en la familia, la manera en la que los niños aprenden hábitos alimentarios en la primera etapa de la vida.
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La forma en la que se sirven los alimentos, el tipo de alimentos que se ofrecen a un niño, lo que se come y lo que no se come en casa, moldean muchos de los hábitos y preferencias del niño en edades posteriores.
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La manera en la que la persona con la que compartes la comida influye de manera muy significativa, para determinar qué, cuánto y cómo comes.
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El compartir la mesa en familia también ayuda a la introducción de nuevos sabores, nuevas presentaciones y maneras de cocinar que de alguna manera, asegurará la variedad en la dieta del niño.
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El sentimiento de pertenencia crea la sensación de seguridad, y además promueve la solidaridad y la cooperación entre los miembros de una familia para que cada uno, aporte en la medida de sus capacidades alguna actividad para la comida familiar.
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Compartir la comida y las tareas previas y posteriores a este momento (como poner la mesa, ayudar a servir, recoger, etc) ayudan a dar un sentido de responsabilidad a los niños. Además, se ha comprobado que los pequeños que realizan estas tareas crecen con mayor seguridad en sí mismos.
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Los niños que están adaptados a diferentes sabores y dinámicas de comer juntos, demuestran mayores capacidades de adaptación.
